martes, 19 de mayo de 2009

Promesas de buenos ratos

Ante la petición del Temible, visitamos la Hacienda Santa Teresa, el útero en donde se gesta el ron que tímidamente ha emergido en los anaqueles de los bares españoles y que es el ron añejo de los rones del Caribe.

Un verdor exultante, compañía inmejorable, ricos cócteles, olor a trópico y el sonido de los pájaros que se convierten en música. La impronta en el alma del navegante… Amablemente ha escrito unas letras inundado por el fragor de esas tierras. Posiblemente Orham Pamuk tenía razón: “solo los que vienen de fuera se interesan por lo exótico y lo pintoresco de un lugar…”

Un viaje que homenajea los sentidos.

...y llegamos a la estación de partida. Allí estaba nuestro trencito campestre, esperando a sus ansiosos pasajeros. Un trencito blanco y azul, de vapor vaporoso, como aquellos que hacían soñar a los primeros viajeros ferroviarios. Un trencito de juguete, de caramelo, con sus pasajeros alborotados y juguetones como niños con zapatos nuevos.

Y allá partió de la estación, a la hora en punto. Hermosos chaguaramos flanqueaban las vías, esbeltos, silueteados en ese cielo azul que se fundía con la espesura de las colinas circundantes.

Quizá estemos tocando el cielo, pensaban algunos pasajeros.

Chuuuu Chuuuuu Chuuuuuu y el trencito seguía con su mañanero tran tran; pasamos por delante de una bodega con ventilación natural: vegetación por todas sus paredes, por todo su tejado, por encima de toda ella. Una bodeguita que lleva a la misma temperatura más de cien años quizá, sin otro aire acondicionado que el de la propia naturaleza.

Pasamos por en medio de tanques y tuberías y más depósitos y más conducciones, mas no temíamos extraviarnos puesto que una voz de caña de azúcar nos explicaba sin tregua para que servía cada cosa: cada una en su sitio, cada tubería, cada tanque con su misión concreta, y todas llenas de promesas de buenos ratos con los amigos, quién sabe si con algún famoso también.

Gracias trencito por este buen rato que nos has hecho pasar, nunca olvidaremos tu tran trán. Y correremos la voz, para que todos sepan de buena tinta donde disfrutar, en tan azaroso rincón del mundo, de un paseo tranquilo y gozoso flanqueado por esbeltos centinelas y bajo el cielo de incontables azules.

Chaguaramos=Palmeras

Fotos: Lane y A. Vicent



16 comentarios:

Azul León dijo...

Lo recuerdo aún. Que día maravilloso para catar el ámbar caribeño. Un abanico de elegantes copas nos dio una bienvenida de torrente. Pero sólo era para saborear, que sifrinería. Con tantas ganas nos quedamos que salimos corriendo a comprarnos varias botellas. Estaba la de café, la de naranja, la del abolengo más antiguo y la más pretenciosa, esa que de tanto soñar ser whiskey, ya era posiblemente más que eso. Todas eran jugarretas etílicas, promesas de fiesta, alegrías añejadas a la espera de un motivo. Una banca de borrachas ideas en espera de un jonrón al cierre del noveno para dejar al equipo en el terreno... Perdón!, no quise ser tan venezolano.

Y no recordemos ese maravilloso gourmet. A la caza de una gloria, de una foto, de ese árbol cuatricentenario que nos cantó el menú. Allí quedamos. Allí está "La Zafra" a la espera de otro post. Vengan pronto.

chillinwithannie dijo...

Todos los caraqueños me tachan de regionalista, pero es que sin duda, la hacienda Santa Teresa es un sitio mágico envuelto en mi hermosa tierra.

Winnie dijo...

Lo has descrito tan bien que por un moment yo iba en ese trenecito...Genial. Besos y nos leemos

Lane dijo...

Querido Azúl León!

Me encantó esa frase de "esa que de tanto soñar ser whiskey, ya era posiblemente más que eso", me gusta para un cuento muy representativo de muchas cosas que ocurren al norte del sur.
Ese día fue espectacular...

Yngrid, pues ponte las pilas y ve un domingo almuerzas allí te bebes un cóctel, das un paseo y luego regresas a Ccs.

Winnie esa era la idea, que viajaras con nosotros.

Bs a tod@s

Unknown dijo...

Buena descripción...

Desde mi realidad dijo...

Al leerte parece que incluso te sitúas en el lugar. Muy buena descripción :)

Unknown dijo...

¡¡Quiero montarme en ese tren!!

Triple_9 dijo...

Whiskey? Quién dijo whiskey? Acaso esa bebida amarga puede saber mejor que el fruto de la caña de azúcar? Noooooooooooooooooooooooo : ) algún día tendré allá mi barrilito permanente...algún día...

Azul León dijo...

Lo del barrilito permanente es lujo de monarcas... ja, ja, ja... añejarlo allí al lado del que se beberán reyes, políticos, banqueros, herederos y otros sortarios o corsarios, no es poca cosa... No sé... un día quizá estén nuestros apellidos tallados en chapitas doradas en aquellos almacenes de la gloria, con temperatura eternamente perfecta: "Burlón", "Azul"...

Yaiza dijo...

Qué texto tan inmenso y tan lleno de raíces. Me gustó mucho. Con su tran tran y su chuuuu para llegar hasta los cócteles que sueñan ser whisky pero que son mucho más que eso. Estoy con Lane en que esa es la frase (me paré a releerla).

Un beso!

Anónimo dijo...

...que emoción leer sobre la hacienda santa teresa con la canción de Henry Martínez de fondo,.... muy bonitos recuerdo me llegaron desde algún sitio remoto y con mil fantasías que recordar ,.... un besito sigue escribiendo lindo vale...

ITF

nuria dijo...

Yo ya no necesito más datos...negra llévame!

Lane dijo...

Mono circense y Aída gracias por venir.
Winnie, Disney on my mind y Viajo Ligera, ese es el tren de la vida.
Yaiza es pura raíz efectivamente.
I, Azúl, Temible que recuerdos...

Un beso a tod@s

Petardy dijo...

Con tu post, se demuestra que también los lugareños se interesan por lo que tienen. Me ha encantado el paseíto. Saludos desde Petardylandia.

BEATRIZ dijo...

Lane

Si hay algo delicioso del ron aparte del sabor, es el aroma y el color amielado, sobre todo si se esta bajo incontables azules.

Maravillosa taverna, quiero ir.

Un abrazote

Mónica dijo...

Hola!!, también fue muy agradable viajar con tu post y ese caracol. besitos y feliz jueves