martes, 9 de diciembre de 2008

Cambio de piel

“La decadencia llegó al límite”. Repleta de mobiliario antiguo y de luz tenue, finalizó esa etapa vital. Atrás quedaron los recuerdos de esas personas que en calidad de invitados, nos regalaron momentos entrañables.

Todavía recuerdo hace 7 años, invadida por la fresca memoria de mi querida selva nublada, no comprendía la belleza del pulmón de Madrid, sí ese mismo “órgano respiratorio”, del que hoy podemos tocar sus ramas y que se ha vuelto prioritario en mis días.

Allí, en las paredes hemos dejado el eco de nuestros sentimientos, las risas de nuestras alegrías, la esperanza de nuestro porvenir y la tristeza de lo oculto y lo profundo.

Aquí, nos hemos traído una mochila de aprendizaje, nos hemos despojado de muchas cosas que se reproducían por si solas en nuestros armarios y cajones. Es un oasis, o al menos eso parece, no es el de Jim en Sant Louis, es el de la luz y los colores aquí en Madrid.

Foto: A. Vicent


lunes, 3 de noviembre de 2008

Inmersión en la intensidad

Acompañados del té, el ron y la crema de sardinas. La tan temida charla política se hizo presente. Mis ojos se cruzaron con los de mi querido y extrañado Teclas. Recordé aquel mayo, cuando desde el otro lado del mundo, me llamó para explicarme por que se caen las hojas en otoño.

Un día antes; nos habían recibido: la maternal sensación de humedad y el paternal olor a playa. En un frondoso Nido de La Florida, la Letona nos esperaba con su cuna fucsia. Reverenciamos a la Frida guardiana, esa que al cabo del tiempo, terminamos aceptando.

“Un artilugio para colgar el bolso” Lo soñé o estoy desvariando. Resulta que mi humanidad estaba tan desencajada, que de la noche anterior solo me quedaba esa imagen. Me resonaban las oportunidades de la Ciudad de Panamá y como recaudar impuestos ineficientemente. Lastimosamente, solo recuerdo, fragmentos de aquella bienvenida de nuestros compañeros en aquel paseo nocturno por la Alhambra.

Caminamos un tramo del Boulevard que perdió su ingenuidad. Según todos, ha cambiado. Sin embargo, esa transformación no lo ha salvado de la decadencia.

Esa mañana, Barba Roja, compañero-cofundador de la primera organización en la que milité siendo adolescente, nos había invitado a desayunar. Lo mismo de todos los días un COCO ¡Que lujazo!. Primero el agua y luego la pulpa. Desde su oficina; inhalamos, percibimos, observamos y nos fumamos las contradicciones de aquella gran urbe.

¡TOSTA!… me advirtió mi nariz. Al desconocer el 100% de los nombres propios mencionados en la tertulia, el Temible, prefirió zambullirse en los fogones y empezar a difundir la cultura gastronómica de su tierra.

“Bienvenidos a la realidad de un país”, profirió el Sortílego. En la tarde, se había presentado con una Margarita gigante. – Hablamos y hablamos -.Del mundo, de nuestras vidas, de su Aya Sofía y de la nuestra.

Junto a este hombre, recibimos a Sobria C.A. Proveniente de un viaje tremendo y de algunos trasnochos mal reposados. Con su voz de niña y su eterna disponibilidad, quien me ha aguantado tantas tonterías como los López, jajaja.

¡Oh Ladesco!, esa risa floja y cómplice, “en búsqueda del paraguas perdido”. No obstante, su rostro presagiaba cambios, como luego evidenciaron los hechos…

Un día lunes, cuanta generosidad de tiempo. Rodando. Pudimos ser espectadores de aquella gran Obra: el encuentro entre el Corsario y su primera lluvia tropical. Como viejos amigos se juntaron en una tarde normal: de atasco, sudor y amistad.

Foto: A. Vicent





viernes, 3 de octubre de 2008

Asociaciones absurdas

El antiguo Oráculo me había regalado algunas reflexiones. Todavía resonaban en mi cabeza al salir de casa, “El uso de la firmeza para proteger a los demás” “Ser consciente de sus limitaciones”.

Ocurrió en cámara lenta. En la parada del autobús. La misma mirada de Sharon Stone en “Basic Instinct” Bajos Instintos ó Instinto Básico. Aquella imagen publicitaria de Dior. ¿Por qué esta asociación?

En la esquina. Detenida por el rojo del Sr. Amarillo. Proveniente de las alturas se escuchó un grito aterrador. Alguien se va a lanzar pensé, inmediatamente miré hacia arriba. Creo que fueron tres segundos, en aquel balcón, dos personas forcejeando. Solo ví unas manos. En ese momento, soltaban un cristal de la ventana.

…el sonido de la fuerza…

¿Estoy en El Líbano ó en Egipto?

¿Por qué esa sensación de vivir a destiempo?

Posiblemente, el cristal suspendido en el aire y el sabor a Medio Oriente. Se conectaron!. La misma frase. Dos mujeres: por teléfono, no se conocen, una en cada lado del Océano.

…aquella tarde de asociaciones absurdas…


Foto. Traki Traki Company

jueves, 2 de octubre de 2008

La espera

Foto: A.Vicent

sábado, 20 de septiembre de 2008

Hilvanando historias

Finally!!!

Después de mucho pensarlo, y gracias al patrocinio inspirador de:

  • La Música, que una vez más me ha permitido reconectarme.
  • El Argonauta Caribeño, quien se sumerge en la tecnología y, además le queda tiempo para motivar a los amigos.
  • El Infatigable Temible, quien me lee, me sugiere y me propulsa.

Desde mi Costanera. Llegó el día. Comenzó el viaje. Desempolvar historias. Distorsionarlas. Hilvanar enfados. Crear una matriz de personajes conocidos y desconocidos. Simplemente fabular.

Exponer sin licencia algunas anécdotas delirantes, vividas en primera persona. Tertuliar conmigo misma. Armar el rompecabezas de cuentos que mi memoria se ha apropiado y seguramente son ajenos.

Tertulia Sin Licencia es una pizarra - corcho. Es una propuesta personal. Posiblemente saldrá otra cosa. Es un riesgo y parte del inexorable futuro.

Foto: A.Vicent